El Ayuntamiento ha denunciado un nuevo vertido al río Guadaíra detectado en los últimos días y, como en otras ocasiones, se ha producido aprovechando las fuertes precipitaciones recogidas en el cauce. El concejal de Medio Ambiente, Clemente Oliveros, ha insistido en la necesidad de que tanto por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir como por los servicios del SEPRONA de la Guardia Civil, “se intensifiquen los controles y se actúe de manera contundente contra quienes abren impunemente el grifo de los residuos”.

Las fuertes lluvias de los últimos días han vuelto a ser aprovechadas para originar un nuevo vertido ilegal al Guadaíra, con la consecuente aparición de nubes de espuma visibles en el término municipal alcalareño, especialmente a lo largo del curso urbano del río en la zona del parque Oromana, junto a los antiguos molinos harineros de la cuenca.

Ante esto, el Ayuntamiento ya ha elevado la correspondiente denuncia “para que las autoridades competentes pongan el foco sobre los responsables últimos de este delito medioambiental” según Clemente Oliveros.

El edil ha añadido que “pese a los esfuerzos para evitarlos y la concienciación sobre lo perjudicial de estos vertidos para el medio ambiente, sigue habiendo quien aprovecha de manera ilícita las situaciones  de fuertes lluvias para cometer delitos”.

Para Oliveros “junto a la denuncia presentada ante los responsables de la Confederación y ante el SEPRONA se les ha vuelto a insistir en la necesidad de que extremen la vigilancia, ya que en la actualidad los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento para mantener un río con una buena salud medioambiental no deben caer en saco roto por la actitud de quienes no les importa contaminar”.

Clemente Oliveros también ha informado de que los propios técnicos municipales han realizado en las ultimas horas labores de inspección, “aunque sin resultados, de momento, sobre el origen de estas sustancias contaminantes”. En este sentido, ha puesto de relieve la colaboración ciudadana “cada vez mas sensibilizada por su río y que no duda en comunicar de manera inmediata cualquier situación anómala que observe en el cauce, lo que ayuda a que cada vez se actúe con mayor rapidez y que se proceda con más eficacia en el esclarecimiento de este tipo de delitos ambientales”.