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PIEZA DEL MES DE ABRIL

PIEZA DEL MES DE ABRIL

Un libro, una exposición y esta pieza conmemorarán al gran Félix de Cárdenas, protagonista indiscutible del Museo en este mes de abril.

Fecha: 02/04/2018

El Museo de Alcalá de Guadaíra en este mes de abril homenajea a Félix de Cárdenas, gran artista sevillano, fallecido en diciembre de 2016. Y lo hará con una exposición sobre su obra y con la presentación de un libro titulado Conversaciones con Félix de Cárdenas y amigos.

Félix vivió durante su infancia en nuestra ciudad, y los molinos alcalareños fueron siempre un tema recurrente a lo largo de su trayectoria. En este abril le dedicamos la pieza del mes, y entre todas las que forman parte de esta exposición, que se inaugurará el día 5, elegimos, dadas las fechas de que se trata, su cartel para las fiestas de primavera de Sevilla.

Reproducimos a continuación la ficha que en el citado libro le dedica su autor, Francisco G. López-Camaño.

Cartel Fiestas de Primavera de Sevilla, 1999

Lápiz graso y carboncillo sobre papel,

109 x 70 cm

Aunque la producción cartelística de Félix de Cárdenas no es muy numerosa (apenas asciende a ocho originales entre el cartel de Nanas de Espinas para la II Bienal de Flamenco de 1982 y el de la hermandad de la Macarena para la SemanaSanta de 2016) en las pocas ocasiones que lo ha practicado ha dejado siempre una profunda huella. Baste recordar su formidable cartel para la Real Maestranza de Caballería de Sevilla de 1997 o este dibujo preparatorio del que celebra las Fiestas de Primavera de su ciudad, dos años más tarde.

No es nuestra intención hacer comparaciones con el resto de la cartelística que el ayuntamiento hispalense ha promocionado para sus fiestas en lo que llevamos de siglo, pero salta a la vista la incontestable y rotunda dignidad, así como la serena belleza, de este dibujo que parece hacer abstracción de su más estricta contemporaneidad para ir a conectarse con la mejor tradición de principios del siglo XX y actualizarla desde parámetros rigurosamente modernos. En la estela de carteles como los de Escalera Díaz (1909), García Ramos (1912), Bacarisas (1917) o Bartolozzi (1922) de Cárdenas vuelve a interpretar los mismos elementos simbólicos –la mujer, el mantón, el clavel, el abanico y el traje de flamenca– mas con tal majestad y distancia en lo gestual y sobriedad expresiva en lo formal que logra construir una imagen con voluntad de canon. Sentada en una silla que adivinamos de enea, la mujer levanta ligeramente el mentón en un perfil de tres cuartos mientras mira airosamente algo fuera del encuadre.

Las manos cruzadas sobre el regazo, una de ellas sujetando el cerrado abanico que en la versión final al óleo aparece convenientemente por debajo del rótulo de “Sevilla” y cuya coloración granate marca una invisible diagonal niveladora con

el granate del clavel en el pelo. Cubierta de los hombros al suelo por un soberbio mantón de manila que cae sobre la pierna retrasada nos enseña, de la otra, un trozo de tela del traje y, en un magistral borrón, su tobillo y el zapato. Sobre un fondo vacío y de una neutra elegancia reina la figura con porte de diosa ataviada a la andaluza que ha sabido, sin embargo, trascender lo folklórico. Todo en este magno retrato a lápiz y carboncillo parece concebido para albergar movimiento en su configuración interna al tiempo que proyecta hacia afuera la ilusión de calma y compostura. En este perfecto equilibrio de contrarios reside precisamente su “gracia” inefable.

 

 

pieza-abrilpdf.pdf

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